05 - RESPUESTA: Raúl Fernández Vilanova y Pedro Gil Corbacho

PRIMERAS LÍNEAS



Gracias Rafael por tu felicitación y tus aportaciones

Brevemente. Es cierto que lo azaroso e imprevisible de los cambios en un sistema, es azaroso e imprevisible dentro de límites. Desde el percepto peirceano, que está en el origen de las representaciones, y desde el juicio de atribución freudiano, que está en el origen de la organización de esas representaciones, hay sucesivas reorganizaciones del psiquismo hacia formas de mayor complejidad. Todas ellas tienen los límites que en cada fase impone el sistema. Se cumple lo que tú dices, «no sabemos lo que puede ocurrir, pero si podemos saber lo que no puede ocurrir». Donde más fácilmente se observa es en el lenguaje natural, que se corresponde con la fase más evolucionada del proceso de complejización. Seguramente hay más de una interpretación verosímil de una escena o enunciado, tanto en la calle como en el diván. Pero hay un infinito número de interpretaciones inverosímiles, que el propio sistema rechaza, y que por eso ni se nos ocurren. O sea que la libertad del intérprete, en el análisis o en la calle, que defienden deconstruccionistas como Derrida, es muy limitada. Parece que Derrida escribió a H. Eco invitándolo a participar en un congreso. Eco usó el asunto para cuestionar la pretendida libertad del intérprete, diciendo que seguramente Derrida no se conformaría con cualquier respuesta a su invitación, y que seguramente esperaba un no o un sí, y en este caso el nombre de la conferencia que daría en el congreso.



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