RESUMEN
A partir de una experiencia clínica contratransferencialmente muy perturbadora, el autor se pregunta en este artículo si los psicoanalistas hemos prestado suficiente atención en la teoría y en la práctica a las angustias que la muerte real despierta en el ser humano.
A continuación, revisa las ideas centrales de Freud acerca de la angustia de muerte y sus contradicciones o ambigüedades. Freud considera que, efectivamente, la angustia ante la muerte es un tema capital que necesita ser elaborado, pero a la vez cree que la muerte no puede tener representación de ningún tipo en el inconsciente y que, por tanto, la muerte sólo puede ser representada por “alguna otra cosa”.
El autor cree que esta ambigüedad ha originado en los psiconalistas posteriores un abandono del tema debido a la idea de que “ante la muerte real, el psicoanalista no tiene nada que decir”.
Las sociedades desarrolladas del último cuarto de este siglo, en cambio, han empezado a enfrentar el tema de la muerte con una decisión y una toma de conciencia progresivas que están haciendo que la muerte deje de ser un tema socialmente tabú.
Pero a diferencia de otras cuestiones prohibidas, como la sexualidad y el dinero, cuyas represiones el psicoanalista contribuyó decisivamente a levantar, en el problema de la muerte ha permanecido ajeno a esta gran inquietud humana.
El autor, finalmente, propone una revisión teórica y práctica del problema.