09 - ENCUADRE Y CONTRATRANSFERENCIA EN EL PSICOANÁLISIS DE NIÑOS. Florence Bégoin-Guignard

RESUMEN



El deseo de conocer desempeña un papel primordial en el desarrollo y el establecimiento estable de una realidad psíquica. Relacionado por Freud al conflicto edípico, religado por M. Klein a las pulsiones sádico orales y anales, adquiere con W. Bion un estatuto de pulsión completa (pulsión K). Su movilización en la alianza terapéutica es esencial en el adulto, y posiblemente incluso mucho más en el niño, en el que sus perturbaciones pueden obstaculizar el conjunto de su desarrollo. En este artículo, el nacimiento y el desarrollo de la vida psíquica son examinados en sus incidencias pulsionales y relacionales, con la ayuda de hipótesis que intentan una integración de los aportes kleinianos y bionianos a los descubrimientos freudianos sobre la pulsión de saber. Estas hipótesis afectan al mismo tiempo el lugar del analista en la situación analítica: según que su paciente sea un adulto o un niño, el psicoanalista se encontrará en una configuración con dos o tres generaciones. En este último caso, estará directamente implicado en varias transferencias, de las que una sola, la del paciente, podrá ser analizada, aunque todas las demás necesitarán un análisis de la contratransferencia. La autora examina las consecuencias de esta situación con tres generaciones para el establecimiento y el mantenimiento del encuadre analítico y de la técnica de interpretación de la transferencia.



Palabras clave: Actuar, Pensar, Contratransferencia, Encuadre analítico, Situación analítica con dos o tres generaciones, Análisis de niños en una institución, Interpretación de la transferencia


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