12 - DEL PARAISO PERDIDO A LA TIERRA PROMETIDA. Daniel Schoffer Kraut

RESUMEN



El texto bíblico, al confrontarnos con lo que no puede ser nombrado ni imaginarizado interesa al psicoanálisis porque desde sus primeras formulaciones giró en torno a la cuestión del objeto perdido y de la Cosa como faltante.

La expulsión del paraíso es un mito universal organizado por las fantasías originarias, para dar cuenta del advenimiento sexuado y cultural del sujeto humano.

El verdadero significado del castigo es la castración, porque al comer del fruto prohibido, Adán y Eva descubrieron la condición corporal de su existencia, abismándose en la incompletud del ser y haciéndose vulnerables al perder la ilusoria unidad con el mundo.

El mito bíblico del origen de la sexualidad tiene como el dios Jano dos caras: una cara mira hacia el paraíso que como objeto de deseo es siempre «NO» por la interdicción paterna, y la otra se dirige hacia la tierra de promisión creando una historia que nos estremece y nos compromete, que nos atrapa y nos fragmenta.

Son mitos complementarios porque la tierra de promisión es ese otro lugar en el mundo que despliega la fantasía de recuperar el paraíso que nunca fue ni se tuvo.

Estos mitos se originan por la pervivencia en el niño del deseo de ser Todo con Una y de ser Uno con la madre en tanto mujer Toda.

Este momento mítico se sostiene en la suposición de que hubo un tiempo originario en el que la aprehensión del mundo fue total y que en él el universo del discurso se adhería plenamente a lo real de las cosas.

Para poder reforzar la idea de la falta irremediable, el Dios de Moisés es un Dios innombrable e irrepresentable; porque sólo en la escisión originaria, en la errancia del deseo, el hombre adviene a la verdad que afirma que el ser no es, y el no ser es.



Palabras clave: Mito, Fantasías originarias, Paraíso, Tierra prometida, Cosa, Palabra, Ser, No ser


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