24 - Y, SOBRE TODO, AMIGO. Gerardo Fraguas

OBITUARIO

En algunas ocasiones, más bien pocas, uno se encuentra en la vida con una persona que no solo nos produce una honda impresión, sino que nos deja una huella indeleble; es decir, una persona excepcional. Este es el caso de mi encuentro con Luis Fernando Crespo.

Conocí personalmente al doctor Crespo en el año 1996. Aunque ya tenía algunas referencias suyas, esa fue la primera vez que hablamos en persona. Entonces yo estaba realizando las entrevistas de admisión para el Instituto de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica de Madrid, y él era uno de los entrevistadores que tenían que decidir mi admisión.

Salí de aquella entrevista con la íntima y reconfortante sensación de haber sido escuchado y comprendido.



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