01 - SOBRE EL PROCESO DE SIMBOLIZACIÓN: INTRODUCCIÓN AL TEMA MONOGRÁFICO. Gabriel Sapisochin

PRIMERAS LÍNEAS



En nuestra disciplina, que ha devenido tan pluralista, sucede que cada término tiene un significado diferente de acuerdo a cómo sea conceptualizado por los diferentes modelos que explican el funcionamiento del psiquismo, e inclusive en relación con diferentes épocas dentro del desarrollo de cada teorización. En el caso que nos ocupa, que es el proceso de simbolización, supone inevitablemente reflexionar acerca de cómo se gestan los contenidos del psiquismo. Psiquismo concebido como un aparato que trabaja transformando en contenidos el encuentro dialéctico entre los diferentes espacios donde surge la subjetividad. De ahí que se trate de comprender cómo se crean esos elementos mediadores que permitan la comunicación, por ejemplo entre el espacio de lo consciente y el espacio de lo inconsciente, entre el sujeto y el espacio de la cultura, etc.

Siguiendo esta línea de reflexión se podría pensar que, en el modelo topográfico freudiano, la pulsión sexual simboliza la excitación del cuerpo erógeno en el aparato psíquico. O que en un modelo relacional, en sentido amplio, la internalización de la interacción vincular simboliza el encuentro con la realidad que porta el otro.

Eglé Laufer en el artículo que publicamos «Acerca del Yo corporal como objeto interno» nos presenta una interesante propuesta que permite comprender la simbolización del cuerpo como objeto erótico a partir de la imagen corporal compartida libidinalmente con la madre.

Similarmente, Danielle Quinodoz en su trabajo «Inscribir la vida en el tiempo» muestra que el tiempo psíquico no es un contenido dado sino algo a ser gestado por el sujeto. La autora elabora el concepto de instantes de eternidad que define como momentos privilegiados de una vida, y de una cura analítica, en los que todo se reordena y se reinscribe bajo una nueva luz de eternidad y trascendencia.



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