La idea de escribir relatos surgió como un modo de pensar, estimulando un espacio entre colegas y proponiendo un intercambio. El objetivo ha sido fomentar un lazo solidario, en horizontalidad, que nos permitiera salir del encierro narcisista en el quedamos sumidos en un momento de disrupción social. Pensamos que las producciones grupales permiten una solidaridad nutricia frente al impacto violento de fenómenos como el de la pandemia. Ello permite abordar planteamientos interdisciplinarios y nuevas formas de entramado de lo psíquico ante los malestares que nos inflige nuestra cultura contemporánea.